
Salvador Dalí: "deseo que el espectador se desvaneciera en la primera secuencia (...) que vomitase al descubrir las escenas (...) que llenase de impotencia (...) que sudase de miedo (...).
Indudablemente Luis Bruñuel y Salvador Dalí irrumpen perturbando con su film de 17 minutos a todo aquel que pueda ver sus escenas. Esta se trata de una narración cinematográfica no tradicional, quebrando su tiempo y espacio, no siguiendo una coherencia totalmente lógica, naciendo de la visión de los sueños y basada en el inconsciente.